domingo, 14 de febrero de 2010

Carta abierta

Esta carta no puede dejar de ser apasionada porque amamos el arte.

Somos un grupo de artistas que se siente decepcionado con la actual situación en que se halla la pintura, a la que se ha ido derivando hacia el intelecto hasta ubicarla en el vacío, sin dejar espacio a la intuición, a los sentimientos.

Como dijo María Zambrano: “La pintura es un lugar privilegiado donde detener la mirada” y nosotros queremos, necesitamos reivindicar ese lugar, la tela que lo contiene, el óleo, el pincel, la atmósfera de magia que lo envuelve, la emoción estética de la pintura.

No estamos en contra del concepto, estamos en contra de que solo exista el concepto. El artista, en este caso el pintor, no puede transmitir solo a través de la mente, porque la mente es fría, calcula, organiza, el artista, en este caso el pintor, tiene un arma mucho más poderosa, la intuición. Cuando te plantas frente a la tela, puedes o no tener una idea de lo que quieres, pero lo interesante, lo transformador, viene después, cuando pintas, es entonces cuando todo se va manifestando y lo resuelves sin pasar por la cabeza, es algo más visceral, como una memoria primitiva impresa en los músculos que mueve los brazos, el torso, incluso las piernas, la respiración, es nuestra necesidad ancestral de representar, desde la Cueva de Altamira hasta Barceló.

Solo si transmites tu energía vital a la pintura la rescatará cada espectador que contemple ese lugar privilegiado del que nos habla María Zambrano.

A los artistas, en este caso a los pintores, nos están despojando de esa facultad de representación de forma muy sutil, mediante lo teórico, porque el objeto, la obra de arte, ya no parece con derecho a existir. Se está alimentando la banalidad con dinero público y espacios públicos solo para los iniciados.

Todos nuestros esfuerzos estarán, a partir de este momento, centrados en recuperar ese espacio que parece haber ido difuminándose. Queremos darle luz. Queremos crear cientos de lugares donde podamos detener la mirada. Queremos rescatar la emoción estética de la pintura.

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